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11 de febrero de 2015

El peor accidente de Dominicana 45 años después, 1/3


Localización  del área de impacto del DC-9-32 de CDA al Sur del AILA

A las 7:18 p.m. del domingo 15 de febrero del 1970, el primer oficial del HI-177 José “Pepe” Núñez confirmaba la corazonada del controlador aéreo Alfredo Letchorn, cuando le comunicó lo siguiente; <<Estamos perdiendo potencia en el motor No.2 y procedemos a regresar>>. Ya el controlador de Torre Las América había estado dando siguiendo a la inusual trayectoria del DC-9-32 de Dominicana de Aviación, inmediatamente después de su despegue desde la pista 16 del Aeropuerto Internacional de Las Américas.

Bajo un estado de tensión máxima, el controlador comprendió la situación y autorizó el aterrizaje del vuelo, procediendo  a activar los equipos de emergencia. Pero también ordenó  mantener posición, fuera de la pista, a un DC-8-63 de Iberia que le había solicitado autorización para despegar. Mientras tanto, el DC-9 de CDA viraba y se inclinaba sobre su ala derecha y caía al mar, aproximadamente  a 2.3 millas náuticas al Sur de Cabo Caucedo, ligeramente, a la derecha de la trayectoria de pista. A la 7:19 p.m. el vuelo 603 había terminado con un gran estruendo, provocando el peor accidente ocurrido a una aeronave de la Compañía Dominicana de Aviación.

Las primeras  unidades de  rescate en llagar a la escena del accidente fueron las lanchas del Club Náutico de Boca Chica y algunas yolas de pescadores que se encontraban en la zona, que cumplieron con la primera medida de la metodología de la investigación de accidente de aviación que es, rescatar sobrevivientes. Minutos después, la oscuridad cubrió la zona, cuando comenzaban a llegar unidades de la Marina de Guerra, helicópteros de la Fuerza Aérea Dominicana a la zona. Aproximadamente, a la 11:00 de la noche sobrevolaban la escena, aeronaves guarda costa enviadas por el Gobierno de Puerto Rico. Los aviones arrojaban luces de bengalas para iluminar el área del accidente. Alrededor de las 11:30 de la noche se comenzaban a rescatar los primeros cuerpos.

Los nombres de la  tripulación de mando y la lista de pasajeros se dieron  a la luz pública durante  la misma noche del accidente. La tripulación de mando   estaba integrada  por el capitán Eduardo Guillermo Tomeu, de nacionalidad cubana y el  copiloto José Pepe Núñez, cubano, mientras que los tripulantes de cabina fueron los siguientes; Carlo Antonio Pepen, Deisy Peña y Sandra García. La lista de pasajeros incluía 97 personas  en total, cuyas nacionalidades eran mayormente puertorriqueñas y dominicanas. 

A primeras horas de la tarde de lunes 16, un Aero-commander piloteado por el Capitán Manolo Lamarche acompañado de cuatro personas, dos funcionarios de la entonces Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y dos inspectores de la Agencia Federal de los Estados Unidos  (FAA),  despegaba de la misma pista 16 para realizar un corto vuelo. El objetivo de la operación fue volar la misma trayectoria que había trazado el DC-9-32 cuando cayó al mar. El vuelo daría a los investigadores una perspectiva de  la trayectoria, altitudes y giros que realizó el DC-9-32, desde el despegue hasta el punto de impacto, dirigido por controlador A. Letchorn, controlador actuante en el accidente.
 
Mientras tanto, unidades de la marina, incluyendo corbetas, continuaban realizando la penosa tarea de búsqueda de sobrevivientes y de rescate de cuerpos. La labor era afectada  por el fuerte oleaje y  corriente marina que arrastraba los cuerpos y escombros hacia el Oeste. La presencia de tiburones dificultaba las operaciones de las unidades de recate. Las comunicaciones de coordinación en el escenario del accidente  se escuchaban claramente, en una  frecuencia HF existente en la torre de control. A las 12:30 de la noche,  una gran cantidad de personas se aglomeraban  en Boca Chica, y  en el Aeropuerto de Las Américas, tratando de recabar las últimas informaciones en relación al evento.

Mientras tanto, los cadáveres y partes humanas  recatadas del mar  eran trasladados al Instituto Anatómico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y otros centros médicos,  donde se procedía a la difícil tarea de su identificación y a su preservación para ser  entregarlos a sus familiares.

El mismo lunes 16 llegaron  los señores Mike Bates y John Lenderborg especialista en investigación de accidentes de la McDonald Douglas. Ese mismo día, Hans Paul Wiesse  Administrador General de Dominicana de Aviación anunció en el aeropuerto,  que McDonald Douglas había ofrecido enviar otro avión del mismo tipo, para suplir el avión siniestrado. También confirmó que el itinerario de CDA continuaría desarrollándose de manera normal.

Fue así como ese mismo día, cerca de las 12:00 M,  el Capitán Eddy  Francisco Tineo despegaba un Douglas DC-6 de CDA, como DOA-601 con destino a San Juan Puerto Rico. La situación cambió cuando el Licenciado Luis Julián Pérez, Presidente del Consejo de Administración de la CDA, anunció  que quedaban suspendidas las operaciones de la empresa por considerar que sus aeronaves eran obsoletas. La situación operacional de la empresa era muy difícil ese día. 

El 17 de febrero, el Consejo de Administración de la CDA la CDA integró una  comisión investigadora, con el objetivo de determinar las posibles causas del accidente. La comisión estuvo formada de la manera siguiente;  Hans Paul Wiesse Delgado, Administrador General de Dominicana de Aviación, Lic. Álvaro Peña Hijo, Julio Cesar Michel, Horacio Mercado Ornes, Capitán Jorge Percival Peña. Pero el mismo día en la noche el Poder Ejecutivo creó  mediante el decreto  No. 4658 una  "Comisión Especial" para la investigación del accidente.

El próximo 15 de febrero se cumplirán 45 años de la peor  tragedia  ocurrida a una aeronave de la Compañía Dominicana de Aviación. Este período parece   suficiente, para que se dilucide, de manera amplia, las circunstancias del accidente y  de un proceso de investigación, donde no se abordaron elementos cruciales, como la recuperación de las cajas negras del DC-9. Esto, a pesar del ofrecimiento de asistencia técnicas internacional, para la operación de recuperación de los registradores de vuelo.

¿Qué paso con la gerencia de operaciones de vuelo de la CDA?, inmediatamente después del accidente. Y que paso con los técnicos de manteniendo que fueron llamado al despacho del  Procurador General de la República  Anaiboni Guerrero Báez. ¿Qué pasó con Hans Paul Wiesse Administrador General de CDA? ¿Qué paso con el Director General de la DGAC y con el controlador Alfredo Letchorn después del accidente?.  Espere las partes 2/3 y 3/3 en los  próximos días.

Fuente de parte de los datos: Archivo General de la Nación.


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