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1 de abril de 2015

Un comunicado muy oportuno de los pilotos


Foto  El Aviador 

Durante el día de hoy 31 de marzo del 2015, la Federación Internacional de Asociaciones de  Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA,  por sus siglas en ingles)  ha publicado un documento en  el que condena y deplora la filtración de la conversación de la grabación de voz de cabina, CVR, del vuelo  4U-9525 de Germanwing que se estrelló en los Alpes franceses  el pasado 24 de marzo.  En ese  oportuno comunicado, IFALPA se refiere a la contradicción de esta filtración con los principios elementales de un proceso de investigación de accidente de aviación, conforme al  Anexo 13  de  la  Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

En una publicación de hace algunos días ya me había referido a la  precipitación  del inspector francés,  Bruce Robín, quien en base la interpretación de la audición de la reproducción del CVR del vuelo en cuestión, lanzó una hipótesis en la que sugiere la culpabilidad del joven copiloto Andreas  Lubitz, lo que ha dado base a muchas especulaciones y colocado la investigación en una difícil situación,  llevando al mundo  la idea sobre la culpabilidad no confirmada,  del copiloto del vuelo.  En una investigación de un accidente de aviación,  lo procedente, como correctamente lo destaca IFALPA, es la recolección de datos, de forma que el proceso de investigación esté revestido de objetividad, conforme al proceso previsto por la OACI. De esa forma se hubiera   evitado la contaminación del proceso, por la introducción de la investigación de carácter jurídico precipitada de los franceses.

Lo peor es que ahora comienzan a surgir relatos inéditos  sobre historias de  pilotos en las que sugieren que, en un momento dado, tuvieron intenciones de derribar sus vuelos,  lo que es  absurdo. Específicamente, de acuerdo a uno de esos relatos aparecido en el diario británico DailyMail ,  Robert Brown,  capitán retirado de la prestigiosa  aerolínea inglesa Bristish Airways, relata sus supuestas e improbables intenciones de estrellar un B-747 en el año 2010, lo que no sucedió pero que pudiera dar curso a otros procesos.

Está totalmente comprobado que profesionales de la aviación, a nivel mundial, tienen un alto  grado de responsabilidad profesional. Esta realidad está comprobada día a días, mediante la operación de miles de vuelos seguros que salen y aterrizan en sus destinos, haciendo de la aviación  un bien de la humanidad que une a los pueblos transportando personas, bienes y cultura. 

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