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12 de junio de 2015

La preocupante desaparición selectiva de 13 aviones en vuelo


foto ABC

Con justificada preocupación he leído la información sobre la desaparición de 13 aviones  de las pantallas  radar, cuando  volaban en  el espacio aéreo europeo, específicamente en los  espacios aéreos de Austria y Alemania, eventos ocurridos durante los primeros días del mes de junio del presente año. Según el  tabloide  Telegraph, las desapariciones de los vuelos  se extendieron por periodos  que llegaron a  alcanzar hasta  25 minutos, lo que en aviación es una verdadera eternidad.

Aunque los controladores mantuvieron comunicaciones  radial  con los vuelos, por lo que la seguridad  no se vio tan comprometida, el hecho de que el evento ocurra, es de por si una situación peligrosa, que puede llevar a riesgos potenciales. De acuerdo a las mismas  informaciones, las autoridades de aviación civil europea  han dado curso a una investigación de los hechos,  para determinar la causa que provocaron  que los aviones desaparecieran de manera selectiva de la pantalla radar.

Lo más  preocupante del  caso,  es que se especula que el sistema radar, supuestamente, fue “hackeado”, lo que supone ser  un hecho grave  por las consecuencias futuras  que pueden derivarse de una acción de este tipo. En ese sentido, un controlador austriaco describe los  eventos ocurridos durante los primeros días del mes de junio,  como <<sin precedente>>  e incluso se habla de un ciberataque al sistema de radar secundario austriaco.

Para entender mejor el asunto, téngase en cuenta que  un sistema  radar secundario SSR funciona de la siguiente manera;  la antena radar de la estación en tierra, emite señales de radio codificadas y de manera  repetitivas al espacio aéreo. A estas señales se le  llama interrogaciones. La aeronaves que evoluciona  en el espacio aéreo cubierto por la transmisión, desde la antena en tierra, las recibe en un dispositivo llamado “transpondedor”. A su vez, el transpondedor emite una señal de “repuesta” que va a la antena radar de la estación secundaria en tierra, señal, que luego de ser procesada, llega a la pantalla radar de los controladores  con  informaciones,  como la identificación del avión, la  altitud y otros datos importantes, como velocidad, régimen de ascenso o descenso etc.

Para que esto se verifique, la aeronave debe “cooperar” manteniendo el “transpondedor” encendido. Si a alguien en la cabina de las aeronaves se le ocurre  apagar  el “transpordedor”, la información no llegará a los controladores, por los que  no la podrán mantener la “vigilancia radar”, derivándose de ello,  todo el  riesgo que una situación como  esta representa. Cuando una aeronave desaparece de una antena radar, a cualquier controlador  “se le sale el pecho”.

A diferencia de los radares secundario (SSR), los sistemas de radares primarios, (PSR)  no necesitan de aeronave cooperadoras. Solo se requiere que la antena de la estación en tierra transmita una señal de radio, señal electrónica que chocará con la aeronave y se reflejará y volverá a la antena radar, presentándola en la pantalla, como un “eco radar” visible,  por lo que el controlador podrá “vigilar” del vuelo. Por lo anterior, si no existe cobertura de radar primario en el punto donde se localiza el avión, este simplemente desaparecerá de la pantalla radar. 

Lo escalofriante pudiera ser que se confirme que  desde un lugar determinado, en tierra o en el aire, alguien interactuó con las señales de los radares austriaco y alemanes “hackeandolos”, impidiendo que la señal radar llegara a las pantallas de los controladores. En ese sentido, parece que las sospechas sobre este hecho, pudieran apuntar a hacia esa barbaridad, teniendo en cuenta que las desapariciones de aeronaves fueron selectivas, no totales, como ocurre cuando el sistema radar falla.

Lo importante debe ser que el caso austriaco  se aclare lo antes posible, determinándose cuál  fue la causa que motivó la ocurrencia de estos peligrosos  incidentes, situaciones que  preocupan  a todos aquellos que conocemos algo  de "estas cosas". En mi caso particular, en una ocasión debí vérmela con una falla radar, con una situación de trafico aéreo, que aunque no tan compleja, logró acercarme el corazón a ritmo de "marcha forzada", por lo que no deseo que estas situaciones se presenten  en el sistema.

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