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25 de agosto de 2016

Explosión de neumáticos de aviones en carrera de despegue

 Así quedaron los aros  de uno de los trenes principales del B-737 de Chile Jet, luego de retornar al Aeropuerto Intencional de Punta Cana, aeropuerto de  donde había despegado poco antes. Foto: El Aviador.

Bueno, durante el día de hoy estuve escuchando y leyendo en diferentes medios, reseñas y opiniones en relación al evento resultante de la explosión de los neumáticos de uno de los trenes principales de una aeronave tipo Boeing 737 operada pon la aerolínea Chile Jet, mientras el avión completaba su carrera de despegue en la pista principal del Aeropuerto Internacional de Punta Cana, República Dominicana. El vuelo  cubriría  una operación  directa que la llevaría hasta el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima Perú. El avión con 156 pasajeros a bordo, retornó y aterrizó en el aeropuerto de despegue Punta Cana, sin novedad.

Uno de los comentarios que llamaron la atención surgió cuando un radioescucha de una emisora local, se refería al evento diciendo, cito, << “no sé realmente, por qué el piloto retornó al Aeropuerto de Punta Cana…>> y siguió diciendo, <<el avión debió continuar al destino, al fin y al cabo, era el mismo aterrizaje aquí o allá” >>. Nada más lejos de la lógica en este tipo de evento. Cuando un neumático de un avión explosiona en la carrera de despegue, existen una serie de eventos que pueden sobrevenir si es que la tripulación de mando del vuelo se toma el inmenso riesgo de continuar el vuelo.

En primer término, cuando un neumático explota durante la carrera de despegue, un avión de este tipo, B-737-400, maneja velocidades en el momento de “rotación” que están en el orden de los 150 nudos hasta los 165 nudos, dependiendo de la configuración de “flaps”, la “elevación del Aeropuerto de despegue con respecto al nivel medio del mar” y otros factores operacionales. Esto quiere decir que la frecuencia o velocidad de rotación de los neumáticos es bastante alta. Debido a ello, inmediatamente ocurra la explosión, pedazos de caucho saldrán disparado a gran velocidad en todas direcciones cual proyectiles, teniendo el potencial para afectar cualquier sistema del avión, lo que puede colocar el vuelo en una grave situación para la seguridad de pasajeros y tripulación. Fueron precisamente pedazos de caucho los “proyectiles” que dieron al traste con el vuelo AF-4950 del Concorde aquella fatídica tarde del 25 de julio del 2000.  

Debido a ello, siempre que no se presente otra situación que afecte el vuelo, lo que hizo la tripulación de mando del vuelo de Punta Cana/Lima Perú al que se le reventaron neumáticos del tren principal, durante la carrera de despegue del vuelo en cuestión, fue lo correcto al enfilar el aparato a Punta Cana y aterrizar en el aeropuerto de donde había despegado. Del mismo modo, saludamos la buena actuación de operaciones y las autoridades del Aeropuerto Internacional de Punta Cana.

Nota: Los neumáticos de los aviones son inflados con el gas “nitrógeno”, la razón de ello  es que este gas no reacciona para producir fuego en eventos como el ocurrido el vuelo de Chile Jet.





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