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22 de septiembre de 2016

Victoria Sanchez; conjución de belleza, lealtad y trabajo

Victoria Sánchez

Posiblemente algunos de ustedes no conozcan quien es Victoria Sánchez, la hermosa dama que adorna el cuadro. Pero menos sabrán en que área del quehacer se desenvuelve, o de donde es oriunda. Sin embargo, otras gentes, entre las que me encuentro, si sabemos quien es Victoria, de dónde viene y hasta nos atrevemos a adivinar,   cuál es el futuro que le aguarda al doblar la esquina del tiempo. El futuro de Victoria es un río donde corren las blancas aguas de la dicha, es un cielo lleno de estrellas de la buena fortuna y un jardín repleto de una flor llamada felicidad. Pero algo mejor, allí en ese edén la espera su paciente compañero que bastante la ha esperado, allá, allende los mares, donde le ha aguardado por buen  tiempo para brindarle su cálido y amoroso reguardo.

Conocí a Victoria en un momento particularmente difícil su ambiente de trabajo, cuando las circunstancias la pusieron a prueba, pero trance que asumió con serenidad, entereza, con calma y con  la lealtad propia de su inmensa vocación de trabajo. En esos momentos las tareas se situaban por encima de todo, posiblemente hasta por encima de su propia fortaleza de la mujer puertoplateña, pero todas esas  circunstancias fueron  al fin superadas. Victoria laboró, hasta hace poco en una empresa, donde lo dio todo para el desarrollo y crecimiento de la misma. Específicamente victoria se especializo en tareas relacionadas con el área financiera de la aviación,  actividad en la que  se hizo una verdadera  experta. Su trabajo y dedicación y otras cualidades que adornan Victoria le han hecho merecedora del reconocimiento de muchas personas, y en particular, del reconocimiento de quien suscribe estas notas. 

Victoria se nos marcha para habitar en su nuevo lar allende los mares, pero  nos deja su ejemplo de trabajo y sus recuerdos. Nos deja también  su eterna disposición para el trabajo. Pero además, nos deja la satisfacción de haber conocido una persona como ella, y hasta la suerte  de tratarla en su dimensión de persona. Sé que va a seguir siendo lo que hasta ahora ha sido, por eso sé que seguirá siendo amable, pero se también que nunca en la vida de su rostro se borrará su cálida sonrisa.

Un abrazo a Victoria  y que le vaya bien ¡¡¡¡¡    

1 comentario:

Unknown dijo...

Agradecida de Dios cada día, el conocer persona como uste señor Mullix, es una bendición, estoy eternamente agradecida por su apoyo y esas palabras que me describen sinceras a la vez.
Un abrazo fuerte.
Dios lo bendiga.