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11 de enero de 2017

El accidente o "tragedia de Rio Verde" 68 años despues

 Zona de  mal tiempo en el área de Yamasá (sombreada), al Norte de Santo Domingo sitio donde cayó el DC-3 matricula HI-6, matando a todos sus ocupantes. El accidente ocurrió   la tarde del domingo 11 de enero del 1948, hace 68 años. Infografia I. Mullix.

Hace un tiempecito, en un trabajo de recopilación de informaciones, me refería al primer accidente de aviación mayor ocurrido en República  Dominicana. Por el número de víctimas mortales consecuentes del evento, se trata del segundo accidente en los más de cien años de aviación, siento superado solo por el accidente de CDA ocurrido en  Boca Chica, cuando una aeronave tipo DC-9 de la misma empresa  se precipitó al mar matando la totalidad de sus ocupantes, 102 personas.

Como es conocido, en el  pasado el país disfrutó de empresas del transporte aéreos nacionales, que brindaron  servicios  adecuados a los períodos durante los cuales operaron sus vuelos. Ese fue el caso de las desaparecidas West Indies Express Airways (WIAX), primera empresa aérea nacional fundada en el 1927 y la Compañía  Dominicana de Aviación, CDA que inició sus operaciones en el año 1944. En sus inicios, La CDA cubrió rutas entre Santo Domingo y diferentes  ciudades en el interior del país  como Santiago de los Caballeros, Puerto Plata, Monte Cristi, Barahona, San Juan de la Maguana, Constanza, Sabana de la Mar y otros destinos.  Luego, operando después destinos internacionales entre ellos, San Juan Puerto Rico, Miami Florida y otras naciones  del aérea del Caribe.

Aeronave DC-3 de mismo tipo que operaba Dominicana de Aviacion en el 1948. Foto: Airline.Net

Justo cuatro años después de su fundación, un día como hoy, 11 de enero del 1948, hace hoy 68 años,  una aeronave de Dominicana de Aviación CDA sufre su primer gran  accidente que cobró la vida de sus 36 ocupantes, incluyendo casi la totalidad de los peloteros del equipo de baseball de Santiago, la de un periodista deportivo y otras personalidades ligadas a la actividad deportiva de Santiago de los Caballeros. Desde entonces acontecimiento se conoce como la "Tragedia de Rio Verde". La aeronave, un DC-3 matricula HI-6, se precipitó a tierra en la proximidad del poblado de Yamasá,  aproximadamente a  veinte millas al Norte de la ciudad de Santo Domingo. La Tragedia de Rio Verde fue el primer accidente aéreo mayor ocurrido en el territorio de República Dominicana.

Posiblemente, una mala decisión de la tripulación del vuelo marcó la diferencia en la ocurrencia del fatal evento. El HI-6 había despegado de Barahona junto a otra aeronave de la misma empresa, el HI-7. Las aeronaves cubrían dos vuelos expresos entre Barahona y Santiago de los Caballeros. Los dos vuelos habían sido contratados para transportar a la totalidad del equipo de baseball y otros pasajeros que viajaron a Barahona con el objetivo de acompañar al equipo. Las aeronaves despegaron de Barahona después de la cuatro de la tarde de aquel domingo 11 de enero del 1948, enrumbándose  hacia Este, alcanzando las inmediaciones del Oeste de Ciudad Trujillo para entonces dirigirse al Nordeste y Norte, aproximarse al valle de la Vega Real, y de allí a su destino, Santiago de los Caballeros.

Ya en vuelo, las tripulaciones de ambas aeronaves pudieron comprobar que las condiciones del tiempo no eran favorables en el área de Santo Domingo, por lo que debieron maniobrar en ruta en busca mejores condiciones. Ante el empeoramiento de la situación meteorológica y el avance de la hora, la tripulación del HI-7 tomó la decisión de desviarse al aeropuerto de Miraflores, donde aterrizó sin novedad. Mientras que la tripulación del HI-6 optó por continuar hacia su destino, viéndose obligado a penetrar  fuertes formaciones de cúmulos, situación que finalmente provocaron que la aeronave se precipitara a tierra, pereciendo todos sus ocupantes. Una decisión que marcó la diferencia en la ocurrencia de la Tragedia de Rio Verde.

Como aporte importante en relación a la Tragedia de Rio Verde, se destaca el relato del Capitán Ricardo Bodden, conocido por su prestigio militar y su meritoria labor en la Compañía Dominicana de Aviación, en  el Instituto de Aviacion Civil, IDAC y por supuesto su memoria proverbial. Relata Bodden que aquel domingo, en el programa de vuelo de operaciones de CDA, aparecían inscritas las dos aeronaves HI-6 y el HI-7 para los vuelos Santo Domingo/Barahona/Santiago, así como sus tripulaciones y reservas de tripulantes correspondientes.

De acuerdo al programa del día, la tripulación asignada al HI-6, DC-3 Capitán Ramón Hernando Ramírez, Primer oficial, Ismael Román Carbuccia “Toto” a quien conocí. Como reserva del día figuraba el José del Carmen Ramírez Duval, todos oficiales de la entonces Aviacion Militar Dominicana  (AMD). Como azar  del destino, en un momento dado poco  antes de la salida de los vuelos, Ismael Román Carbuccia, el copiloto titular del avión accidentado, se ausentó de la oficina de operaciones en busca de cigarrillos. Justo en ese momento se dio  la orden de partida, situación en la que el Capitán Hernando Ramírez decide utilizar al copiloto de reserva José del Carmen Ramírez Duval, lo que pudo haber salvado la vida de Román Carbuccia o bien salvar el vuelo, nunca se sabe. En el mundo de la aviación una simples decisiones pueden marcar la diferencia entre la ocurrencia o no de catástrofes aérea. La simple decisión de la tripulación del HI-7 de desviarse a Ciudad Trujillo salvó el vuelo y de haber sido tomada por la tripulación del HI-6, pudo también  haber evitado la Tragedia de Rio Verde.

Circunstancialmente, una decisión del Capitán Ismael Carbuccia, el mismo que salvó su vida en el 1948, salvó su vida, nueva vez en el año 1993. En esta oportunidad el Capitán Ismael Carbuccia tomó la decisión de no realizar un vuelo de carga, capitaneando una aeronave del tipo Convair 240, propiedad de empresa local. Al avión se le habían detectados algunas fallas en sus sistemas de control de vuelo. Desafortunadamente, ese día el dueño de la empresa se apersonó al aeropuerto de Las Américas y descalificando a la tripulación que rechazó realizar el vuelo, abordó el avión y despegó hacia Puerto Rico. En el vuelo de regreso a Santo Domingo, el Convair 240 se precipitó en el Canal de la Mona matando su tripulación, incluyendo el dueño de la empresa quien tomó la desafortunada  decisión de volar el aparato.

Como es sabido, las condiciones del  tiempo, en apariencia, fue el factor determinante en el desenlace final de la operacion que tuvo como  consecuencia la Tragedia de Rio Verde. Antes como ahora, el factor meteorológico ha sido el causar de muchos accidentes de aviación a nivel mundial. Sin embargo, en el caso de República Dominicana parece que la meteorología "habrá que mirarla de cerca", y  afinar los conocimientos de meteorología entre  nuestros tripulantes de mando. Como es sabido, los últimos accidentes ocurrido en la FIR de Santo Domingo, parece que el factor  meteorológico también ha tenido su incidencia lo que es bastante  fácil de apreciar. 


Finalmente como sabemos,  la seguridad de la aviación no admite que se tomen  decisiones dudosas, por insignificantes que están sean. La firme decisión de la tripulación del segundo avión de desviarse a Mira Flores, salvó su vuelo, lo que no pasó con el primer avión. Quien tome decisiones dudosas pudiera tener que dar respuestas a preguntas muy bien formuladas sobre un incidente o accidente aéreo, matar muchas gentes  e incluso perder su propia vida como ocurrió en Rio Verde. Ruegue a Dios, todos los días y noches para no verse involucrado en una investigación de un accidente de aviación.



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