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5 de agosto de 2017

El accidente del Vuelo 522 de Helios Airlines; “El avión fantasma”


Un B-737-400 similar al "avión fantasma" de Helios Airlenes

El próximo 14 de agosto, se cumplirán 12 años de la ocurrencia de uno de los accidentes de aviación más raros  que  conozca. Se trata del accidente del vuelo 522 de Helios Airways,“el avión fantasma”, evento  que costó la  vida a la totalidad de sus ocupantes, 121 en total, pero con la agravante de que a bordo del avión había una considerable cantidad de niños.  El B-737 de Helios había despagado temprano de ese día, desde el Aeropuerto Internacional de Lárneca, Chipre y su destino final era Praga, la Capital  de la República Checa. Sin embargo, debido al tiempo de vuelo,  se había    planeado  una escala técnica  en Atenas, Grecia, “para gasear el aparato”.  El avión impactó con una montaña cerca  de Atenas, luego de habérsele  agotado todo el combustible “taqueado” en el aeropuerto de salida.

De manera resumida, temprano en la mañana del martes 14 de agosto del 2005, el B-737 despegó,  con toda normalidad, para completar el primer tramo del vuelo Helio HCY-522.  El avión había sido autorizado al nivel de vuelo 340. Sin embargo, poco  después del despegue, cuando cruzaban 12,000 pies,  notaron  que la “alarma cabin altitud” se había activado y que, además,   los pasajeros comenzaron a sentir síntomas de  mareo. Pero lo peor, la  máscaras de oxígenos de la cabina de pasajeros  se “dispararon”.  Ante la situación, todavía en el espacio aéreo de Chipre, la tripulación  de mando solicitó, “vía la frecuencia de operaciones de la compañía”, asesoría sobre el evento en progreso, parece que el problema ya le estaba  afectando, fisiológicamente hablando. Sin embargo, el avión prosiguió ascendiendo y avanzando en su ruta,  ingresando  al espacio aéreo griego, pero la tripulación  no estableció contacto vía radio  con el control de Atenas, convirtiéndose en “un avión fantasma”.  El problema continuó agravándose. Ya en la FIR de Grecia, pero la tripulación mantenía sus radios en la frecuencia de Chipre, de donde habían despegado, parece que ya estaban afectados.

Ruta planeada del Helios 522, el 14 de agosto del 2005,  entre el Aeropuerto Intl. de Lerneca  de Chipre y el Aeropuerto Intl. Praga, vía Atenas,  Grecia. 

La situación se agravó de manera  rápida. Ante la evolución de los hechos y con un avión en su espacio aéreo sin comunicaciones, los griegos sospecharon que se trababa de “una situación de secuestro” en progreso, por lo que activaron sus procedimientos para estos casos, enviando dos interceptores F-16 al encuentro del  B-737 de Helios. Cuando los interceptores   establecieron “contacto visual” con el vuelo HCY-522,  volaron   paralelo al aparato. Pero notaron algo espantoso; el avión aún  volaba  nivelado, sin embargo, observaron  que el capitán no estaba en el  asiento izquierdo  y que  el copiloto permanecía en su asiento, pero inclinado sobre el mando del avión. El capitán nunca fue visto  por los interceptores.  Del mismo modo, observaron que  los pasajeros parecían desmayados y que las mascararas de oxígeno se habían disparado. Pero lo peor, fue entonces que  pilotos de los interceptores notaron que un tripulante de cabina, un sobrecargo,  ingresó a la cabina de mando del avión, se sentó en el asiento del capitán  y trató de establecer contacto con los F-16, lo que fue imposible, el sobrecargo no había logrado seleccionar  la frecuencia correspondiente al ATC del Centro de Control de  Grecia o la 121.5 MHZ, frecuencia universal de emergencia en aviación.. 
  
Mientras la situación progresaba, el combustible remanente del B-737 se agotaba,  a la misma velocidad que lo hacía el tiempo en vuelo del avión. Fue así como los pilotos de los interceptores debieron observar uno de los eventos más impactantes que alguien pudiera presenciar que es ; ver descender  un avión lleno de pasajeros estrellarse, sin que se pueda hacer absolutamente, nada.  El proceso de investigación del accidente del vuelo Helios 522  arrojó, que un error  del departamento de mantenimiento  de Helios, había dejado el sistema de presurización del aparato en “modo manual”, no automático, como debe ser. Pero, en apariencia, la tripulación pasó por alto algunos “avisos” que un sistema de presurización desajustado que siempre  manda “vía los oídos” efectos que cualquier persona a bordo de un avión, molestosamente, siente.









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