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17 de octubre de 2017

Conflicto de AVIANCA para mi; preocupación e inquietud

Un moderno B-787-800 operado por AVIANCA, una de las últimas aeronaves adquirida por la empresa.


Siempre he dado seguimiento a todo lo relacionado con la aviación civil colombiana. En ese sentido, disfruto  de la  historia de la aviación  colombiana desde  la aparición de sus primeras líneas áreas,  alrededor del año 1919, cuyas actividades  convirtieron  a Colombia en una de las  primeras naciones del aéreas   en operar  líneas aéreas formales. Una de esas líneas aérea  fue la Compañía Colombo-Alemana de Transporte  Aéreo, SCADTA, siendo la tripulación  de uno de sus aviones la que localizó el sitio exacto donde se accidentó parte de la cuadrilla del Vuelo Panamericano en el 1937, vuelo en el que participó el avión Colon representando a República  Dominicana y que piloteo el Capitán  Frank Felix Miranda.  

Durante la década de los ochenta  tuve una relación directa con la aerolínea  Avianca. Esto debido a que me tocó laborar en el área de despacho de sus aviones, y por lo tanto trabajar con sus aeronaves y tripulaciones de mando, en sus vuelos de itinerario, Bogotá, Santo Domingo, Bogotá que operaban sus B-727, B-707, e incluso B-747 que realizaba una escala comercial  en el Aeropuerto Internacional de Las Américas en su ruta a Europa. En ese tiempo mantuve muy buena relaciones con los representantes comerciales de AVIANCA en Santo Domingo. Pero también, en varias ocasiones me tocó, junto a los despachadores de la desaparecida Compañía  Dominicana de Aviación, CDA, viajar a Bogotá, Colombia, para allí, en la Escuela de Operaciones de AVIANCA del Aeropuerto EL Dorado, realizar los cursos de refrescamiento, para mantener la vigencia de la licencia de Encargado de Operaciones de  Vuelo y trabajar los HK de la empresa. Pero además, disfrutar de las frascas noches bogotanas en el Tequendama y sus alrededores. 


Mediado de los ochenta. Parte de los despachadores de vuelo de la Compañia  Dominicana de Aviación, esperábamos abordar el vuelo de AVIANCA, BOG/SDQ, luego de terminar el curso de refrescamiento de operaciones en la escuela de AVIANCA del Aeropuerto Intl.  Dorado de Bogotá Colombia. De pie, izquirda a derecha,  Adan Bodden, Pascasio Toribio, Tomas Concepción, Duarte Yapour y esposa, sentados izquieda, dererecha. Un servidor y Fernando Cruz.

En lo referente al  actual conflicto laborar que afecta a la  línea áreas AVIANCA, debo manifestar que como inquieto de la aviación en  todas sus manifestaciones, el conflicto de AVIANCA  me preocupa y me inquieta. Todo  por su ya largo  tiempo de duración  y rumbo que van tomando los acontecimientos, frente a una actividad tan sensible como es la industria del transporte aéreo, donde los problemas de este tipo, resultan bastante sonoros, adquiriendo carácter internacional con rapidez. Todo  debido a las características  particulares del transporte aéreo.

En los actuales momentos, el conflicto  laboral parece estancado. Todo debido a las posiciones de la Asociación Colombiana de  Pilotos Civiles, Acdac y de la gerencia de AVIANCA. El problema es que la acción laboral  ha perdurado por bastante tiempo y, por lo general, cuando  los problemas que surgen en la actividad aeronáutica y  no son resueltos con rapidez, se convierten en muy tediosos, afectando mayormente a  una de las partes, parte  que no es precisamente la gerencia,la que puede esperar bastante. Aunque me ha tocado estar muy cerca de  conflictos laborales en el área de la aviación, mi posición siempre fue darle salidas a las situaciones conflictivas, sin volar  a los limites.    Ojalá AVIANCA y Acdac lleguen a un acuerdo conveniente para ambos y que la emprea continúe su vuelo como una de las más importantes líneas aéreas de la Región Latinoamérica. 

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